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El legado del cambio climático de Obama: una costosa oportunidad perdida

Newton B. Jones
Presidente Internacional

El Movimiento Verde dirige la formulación de política energética

EL LEGADO DEL cambio climático de Obama será tema de debate mucho tiempo después de que deje el cargo en enero del 2017. Sin embargo, para los que trabajan en la industria de los combustibles fósiles estadounidense, el veredicto ya está. Su legado es una de las comunidades destrozadas, plantas de energía cerradas, minas de carbón cerradas temporalmente – y la enumeración de pérdidas del trabajo obreril en decenas de miles.

El presidente habló de la boca para afuera acerca de “todo lo anterior” sobre la política energética durante su primer mandato, pero más tarde se hizo claro que grupos ambientalistas dirigieron sus decisiones de política sobre el cambio climático y sostuvieron una posición ventajosa con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

Las políticas de Obama pueden haber aplacado los grupos ambientales, hasta cierto grado, pero esas políticas han llegado a un costo terrible para los trabajadores de clase media que minan el carbón y construyen, mantienen y operan la flota eléctrica de carbón.

En el ámbito de la influencia política, el adinerado Movimiento Verde (Green Movement) ha tenido prioridad sobre los que trabajan para ganarse la vida. Esperábamos un mejor trato del jefe del Partido Demócrata y quien, como candidato presidencial, fue considerado “del pueblo”.

El pensamiento unidimensional no solucionará el cambio climático

LAMENTABLEMENTE, OBAMA TOMÓ un acercamiento lineal, unidimensional para la solución de los problemas: Si la quema de carbón libera CO2, y esas emisiones contribuyen al cambio climático, entonces la quema de carbón en los Estados Unidos debe ser detenida, y las energías renovables deben tomar el lugar del carbón.

Hay varios problemas obvios con esta forma de pensar.

En primer lugar, volcar unilateralmente la industria energética de Estados Unidos tiene consecuencias económicas de gran alcance para las empresas de energía y las personas que trabajan en ellas, incluyendo qué hacer con la enorme inversión ya existente en las centrales eléctricas construidas, mantenidas y actualizadas durante decenas de años.

“Las políticas de Obama pueden haber aplacado los grupos ambientales, hasta cierto grado, pero esas políticas han llegado a un costo terrible para los trabajadores de clase media que minan el carbón y construyen, mantienen y operan la flota eléctrica de carbón.”

En segundo lugar, el costo de transformar el sector energético, de combustibles fósiles a energías renovables, aumenta el precio de la energía para los consumidores y arriesga hacer las industrias estadounidenses menos competitivas con los países no ligados a las políticas energéticas de Obama.

En tercer lugar, y más importante, el cierre de centrales eléctricas de carbón y minas de carbón norteamericanas tendrá casi cero impacto en el clima. Incluso los funcionarios de la propia administración de Obama no niegan este hecho.

En un testimonio ante el Comité Ciencia de la Casa (House Science Committee) en julio del 2015, Gina McCarthy, administradora de la EPA, no se opuso a la afirmación de que el Plan de Energía Limpia (Clean Power Plan) prácticamente no tendría impacto medible sobre el calentamiento global. En cambio, opinó, “El valor de esta regla no se mide de esa manera. Se mide mostrando fuertes medidas internas que realmente puedan desencadenar una acción global…”.

El 26 de mayo de este año, el ex Subsecretario de Energía de Combustibles Fósiles de Obama, Charles McConnell, testificó ante el Comité Ciencia de la Casa que el Plan de Energía Limpia reduciría el aumento de la temperatura global apenas 0.01 grados F para el año 2050 y reduciría el aumento del nivel del mar por menos del grosor de dos cabellos humanos.

Él dijo: “El Plan de Energía Limpia ha sido falsamente vendido como regulación ambiental impactante cuando en realidad es un intento por nuestra principal reguladora ambiental federal [Gina McCarthy] para asumir el control de la regulación de energía estatal y federal. Se considera que todas las emisiones anuales de Estados Unidos en el año 2025 se verán compensadas por tres semanas de las emisiones chinas”.

Añadió que el plan de energía limpia causará “el aumento de dos dígitos en los precios de la electricidad en más de la mitad de nuestros estados”, cuando tanto la generación como “costos ocultos” son tomados en cuenta.

Más de 1,000 plantas de carbón están planificadas en todo el mundo

UN DEFECTO FUNDAMENTAL en la política del cambio climático de Obama es la creencia que el mundo seguirá el ejemplo –y el enorme sacrificio- de los Estados Unidos y simplemente acabará con la generación de energía de carbón. Esa noción es ingenua.

Desde el 2011, China ha construido 300 plantas de carbón a gran escala, y aprobó la construcción de 150 más. A nivel mundial, se están planificando más de 1,000 plantas de carbón.

Según el Panorama de Energía Mundial 2015 de la Agencia Internacional de Energía, 1.200 billones de personas carecen de acceso a electricidad, principalmente en Asia y África. Muchas de estas personas no tienen ningún modo eficaz de calentar o enfriar sus hogares o incluso cocinar de forma segura o regar sus cultivos.

Las naciones que carecen de electricidad accesible para sus ciudadanos entienden que para sacar a su gente de la pobreza y desarrollar sus economías, necesitarán energía barata, asequible y abundante, y muchos están recurriendo al carbón. Ninguna cantidad de posturas públicas van a cambiar esa realidad. Es por eso que el mundo necesita una solución que incluya la utilización continua del carbón en el futuro previsible - con la tecnología para captar, utilizar y almacenar CO2.

CCUS, otra innovación ausente en la ecuación

EN MI OPINIÓN, Obama perdió una oportunidad de liderar un esfuerzo global para abordar el cambio climático de manera significativa mediante las tecnologías de captura, uso y almacenamiento del carbono (CCUS por sus siglas en inglés). Estas tecnologías podrían ser avanzadas en un paso mucho más rápido de lo que son ahora con el liderazgo global y una inversión principal en la investigación y desarrollo.

CCUS ha sido comprobado como viable comercialmente en los Límites de la Presa de la planta de carbón de SaskPower en Saskatchewan, un proyecto que nuestros Boilermakers Canadienses ayudaron a construir. Ese proyecto incluyó la ventaja de yacimientos petroleros cercanos donde la inyección de CO2 para recuperar el aceite poco accesible ayuda a compensar el costo de energía parasitaria de la tecnología. Si podemos llegar tan lejos, sin duda podemos hacer que esta tecnología sea factible para los sitios que carecen de proximidad a los yacimientos petrolíferos agotados y reducir el costo de la captura de CO2 a partir de las secuencias de escape de las centrales eléctricas.

Hay muchos otros enfoques prometedores para el uso de CO2 capturado, por ejemplo, en la fabricación de productos tales como bicarbonato de sodio, plásticos, alfombras, muebles, cemento y hormigón. El éxito de estas tecnologías podría bajar más rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero y extender el uso de los sistemas de generación a carbón en el futuro.

Realmente para hacer frente al cambio climático, necesitamos un liderazgo fuerte que una a las naciones en una coalición centrada en tecnologías CCUS viables que en última instancia serán compartidas con todos los países. Esa es la única manera de controlar las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre que no llevarán a la bancarrota a las economías ni destruirán los buenos empleos de la clase media.

No podemos avalar un candidato que siga la errada doctrina del clima de Obama

DE CARA A las elecciones presidenciales de noviembre, los Boilermakers tienen profundas preocupaciones acerca de las posiciones de los candidatos demócratas sobre el cambio climático. Tanto Hillary Clinton y Bernie Sanders han indicado que seguirán las políticas energéticas destructivas de Obama y tal vez las lleven a nuevos niveles.

Hemos reservado el derecho al apoyo porque nosotros, como sindicato - y nuestra nación como un todo - no podemos sostener el continuo desmantelamiento de la industria de los combustibles fósiles.

Lo que buscamos es un líder con la visión de traer una solución real al problema de las emisiones de carbono en todo el mundo, porque no importa lo que Estados Unidos haga para reducir las emisiones si el mundo en desarrollo continúa emitiendo niveles que eclipsan cualquiera de las reducciones que hagamos.

El cambio climático no es sólo culpa de la minería del carbón y la generación de energía con carbón. Y la aplicación de la captura, uso y almacenamiento del carbono no es solamente para el beneficio de las centrales de carbón. Vamos a necesitar CCUS para capturar carbono de las plantas generadoras de gas natural, las acerías, las fundiciones de aluminio, plantas de cemento, refinerías y otras instalaciones industriales. Y las tecnologías serán necesarias para la captura del carbono de los motores de automóviles, motores de aviones, turbinas de barcos y otras fuentes de CO2.

Hasta el momento, no hemos visto la clase de liderazgo racional, progresista y las políticas que realmente solucionarían el problema del cambio climático.

Obama perdió una oportunidad para dejar atrás un audaz y esclarecido legado del cambio climático. En cambio, ha puesto un Bandaid® sobre el problema y ha desatado un régimen regulatorio que está haciendo mucho más daño que bien.

Este es el camino equivocado para América y el mundo y un legado que él puede llegar a lamentar.